Ciudadanos pierden fuentes de empleo ante

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Desde el pasado 8 de marzo, Gabriel, uno de los caddies del campo de golf de Tangolunda, se ha visto privado de su principal fuente de ingreso familiar. La clausura de su centro de trabajo por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ha sumido a Gabriel y a sus compañeros en la incertidumbre.

Mientras espera que la situación se resuelva, Gabriel continúa acudiendo al campo de golf todos los días, manteniendo la esperanza de que pronto todo vuelva a la normalidad. “Llego aquí a las 7 de la mañana y no vamos a las tres de la tarde... Con la esperanza de que se pueda abrir como estaba anteriormente para que así tengamos ingresos y podamos llevar el sustento a nuestra casa”, expresó.

Esta situación ha dejado a Gabriel y a otros caddies sin ingresos en una temporada vacacional crucial como la Semana Santa. Según Gabriel, esta será la primera vez en diez años que no generará ingresos durante esta época, a excepción del año pasado debido a la pandemia. “La verdad nos está afectando mucho porque ahora es temporada de canadienses y como el campo está clausurado, no tenemos ingreso de jugadores ni generamos propinas como otras veces”, lamentó.

Las consecuencias de la clausura se extienden más allá de los trabajadores del campo de golf. Con la cancelación de viajes a Huatulco, tanto turistas nacionales como extranjeros han optado por no visitar la zona. Sara Ordaz, administradora del campo de golf, compartió que han tenido que cancelar alrededor de 60 reservaciones. “La primera semana de marzo tuvimos más de 250 jugadores, un incremento del 18 por ciento con respecto al año anterior. Esperábamos, manteniendo ese incremento, recibir más de mil jugadores este mes”, explicó.

A pesar de la resolución de un juez federal que ordenó el retiro de los sellos de clausura, el acceso al campo de golf sigue restringido. Por el momento, solo se permite el ingreso para labores de mantenimiento y preservación de la flora y la fauna, dejando en espera a trabajadores y prestadores de servicios como Gabriel, quienes anhelan poder retomar sus actividades lo antes posible.

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