Columna QR: Rapsodia Bohemia

José Martín Sámano
Opinión
COLUMNAS (37).jpg

Jamás había ido a un concierto de rock y no tenía ni la menor idea de cómo sería la experiencia. Pero cuando mis amigos de la universidad me dijeron que el grupo británico Queen se presentaría en Puebla y que había posibilidad de adquirir boletos, por supuesto que levanté la mano para ir a verlos. Era octubre de 1981 y apenas cursaba el tercer semestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación.

Como la mayoría de los estudiantes, no teníamos mucho dinero así que nos fuimos en plan austero con apenas lo necesario para comer y regresar a la Ciudad de México. Recuerdo que ese día llegamos por la mañana al estadio olímpico Ignacio Zaragoza, a las afueras de la capital poblana y que ya había miles de personas esperando para entrar.

Pasamos unas cinco horas bajo el rayo del sol sin que los organizadores permitieran el acceso hasta que de pronto comenzó el desorden y ocurrió el famoso “portazo” y junto con la muchedumbre nos hicimos paso hacia el campo de fútbol donde alguna vez hubo pasto, no sin antes recibir uno o dos macanazos de los policías que “resguardaban el orden”. Sentados en el piso, literalmente como sardinas, esperamos a que cayera la noche y comenzara el concierto. Sin agua, sin baños y con una tremenda peste a sudor aguantamos estoicamente hasta que finalmente apareció la banda y a partir de ese momento todas las penurias quedaron atrás. De alguna forma, embriagado por la emoción, logré colarme desde medio campo entre el mar de gente hasta llegar a unos metros del escenario donde Freddy Mercury interpretaba “Rapsodia Bohemia”.

En cierto punto, el cantante tomó un vaso de agua, bebió la mitad, y el resto lo arrojó hacia la multitud justo donde yo me encontraba. Válgame la expresión, pero yo me sentí extasiado. Ese es sin duda alguna uno de mis mejores recuerdos de juventud. Toda proporción guardada, este fin de semana acudí a la celebración por el 30 aniversario de la fundación del municipio de Solidaridad donde al final de la ceremonia se presentaron Emmanuel y Mijares. Conste que dije toda proporción guardada, pero lo cierto es que siempre los he admirado por su talento, por su larguísima trayectoria y sobre todo por el tipo de canciones que interpretan y que muchos nos sabemos de memoria.

Nunca los había visto juntos y en verdad que los señores son unos grandes del espectáculo. Mijares a sus 65 y Emmanuel a sus 68, conservan una voz y vitalidad envidiables. Y como en sus mejores épocas deleitaron a las casi 5 mil personas que aguantamos una fuerte lluvia previa al inicio del concierto. Llevaban ya poco más de dos horas cantando cuando la gente comenzó a pararse de sus asientos y algunos se acercaron al escenario para tomar fotos o videos. Como en el 81, también me abrí paso y llegué hasta adelante.

Ésta vez no me rociaron con agua, pero igualmente acabé extasiado escuchando en vivo canciones que siempre me han gustado y con la fortuna de haber visto tan de cerca a dos íconos de la música popular en español.

¡No te pierdas nuestro contenido, sigue a TV Azteca Quintana Roo en Google News!
DISFRUTA LA SEÑAL DE TV AZTECA
Contenido relacionado
×