Por primera vez en más de cinco siglos volvió a suceder el alineamiento del observatorio el Caracol de Chichén Itzá con el planeta Venus, lo que fue un marcador más para darle inicio a la primavera.
Este evento se registró el pasado 20 de marzo junto al equinoccio de primavera, donde bajó Kukulkán y se alineó el sol con el Templo de las Muñecas en Dzibilchaltún.
De acuerdo con el astrónomo Eddi Ariel Salazar, explicó que durante el pasado domingo, coincidió con la máxima elongación del planeta Venus.
Este momento de alineación entre venus con el Caracol fue capturado por el custodio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Antonio Keb Cetina, donde se puede ver como el custodio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Antonio Keb Cetina, elongación de Venus y su paso por uno de los calibradores.

“Ahora ya se tiene la prueba del conocimiento de los sacerdotes-astrónomos mayas y la alienación del observatorio para el estudio de Venus”, subrayó.
Este momento astronómico fue observado únicamente por los sacerdotes-astrónomos y/o gobernantes en el Caracol. Mientras que el evento del Equinoccio era visto por todos los mayas, así lo explicó José Antonio Keb Cetina, conocedor de esta civilización.
Abundó que para los mayas prehispánicos, Kin era el dios del Sol, mientras que Noh Ek era la deidad de Venus, que en esta ocasión está como lucero del amanecer.
La máxima elongación de Venus se registra cada 584 días, por lo que la última vista fue el pasado 29 de octubre de 2021, y la siguiente que se podrá ver será el 4 de junio de 2023.
