La preocupación crece en el Sur de Estados Unidos. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) alertó este viernes 11 de julio de 2025 sobre la llegada de más tormentas y un elevado riesgo de inundaciones en regiones ya golpeadas como Texas y Nuevo México. Esta nueva advertencia se produce mientras la cifra de víctimas mortales por los recientes desastres hídricos ya supera el centenar.
El organismo meteorológico avisó del “retorno de riesgo de inundaciones repentinas en las Llanuras del Sur este sábado, incluyendo porciones del centro de Texas”. Además, pronosticó “generalizadas tormentas con el riesgo de inundaciones repentinas y clima severo” que afectarán el Medio Oeste durante todo el fin de semana.
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“Un amplio (aviso de) ‘riesgo ligero’ tiene lugar a lo largo de gran parte de las Llanuras del Sur, incluyendo partes del centro y norte de Texas, donde las condiciones antecedentes permanecen delicadas”, indicó el NWS en un boletín oficial, subrayando la fragilidad del terreno tras las lluvias anteriores.
Por su parte, la oficina del NWS en Albuquerque, la ciudad más grande de Nuevo México, previó que la “rica humedad monzónica” podría incrementar la “intensidad de las lluvias este fin de semana y la próxima semana”, lo que agrava el panorama para un estado que ya ha sufrido graves consecuencias.
Texas con más de 120 muertos y continúa búsqueda de desaparecidos
En Texas, persiste la búsqueda de más de 170 desaparecidos por las inundaciones del pasado fin de semana, que han dejado hasta el momento cerca de 120 muertos. La mayoría de los fallecimientos se concentran en el condado de Kerr, mientras que el resto se distribuye en otros cinco condados próximos a San Antonio, la principal ciudad afectada.
La situación ha generado cuestionamientos sobre la efectividad del sistema de alertas de inundaciones y los recortes de personal que han afectado a oficinas climáticas clave como el propio NWS. En este contexto, el presidente Donald Trump programó una visita a la zona devastada este mismo viernes, lo que podría generar mayor visibilidad sobre las necesidades y desafíos de la región.
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Mientras tanto, en Nuevo México, el impacto de las inundaciones ya ha cobrado vidas. Las autoridades locales informaron el martes del fallecimiento de tres personas, incluidos dos niños, a causa de las “históricas” inundaciones que asolaron el pueblo de Ruidoso.
La población en ambas entidades federativas permanece en alerta máxima, siguiendo de cerca los pronósticos del NWS y las recomendaciones de las autoridades locales. La llegada de nuevas tormentas representa un desafío crítico para los equipos de rescate y para la estabilidad de las comunidades afectadas, que buscan recuperarse de los desastres recientes.
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