Los inquilinos del campo de golf Tangolunda: un refugio inesperado en Huatulco

Diego Borbolla
Noticias

El campo de golf Tangolunda en Huatulco es más que un lugar para practicar este deporte. Se ha convertido en un refugio inesperado para una gran variedad de especies animales, muchas de ellas en peligro de extinción.

Las condiciones del campo, con sus cercas, canales pluviales y vigilancia constante, lo convierten en un lugar seguro para la fauna. A diferencia de los parques nacionales Huatulco II y Ricardo Flores Magón, donde la basura y los depredadores son una amenaza constante, en Tangolunda las especies pueden prosperar.

Más del 98% del campo de golf es naturaleza pura, hogar de iguanas verdes y negras, pericos frente naranja, loros frente blanca y muchas otras especies endémicas y migratorias.

El contraste con los parques nacionales abandonados es evidente. En estos lugares, los venados y otras especies se ven obligados a luchar por la supervivencia entre la basura y los perros salvajes.

La suspensión definitiva del despojo del campo de golf a Producciones Especializadas S.A. de C.V. es una victoria para la biodiversidad. Esta decisión judicial blinda el ecosistema y asegura su protección para las futuras generaciones.

Más allá de la belleza natural, el campo de golf Tangolunda también juega un papel importante en la economía local. Genera empleos y sustenta a muchas familias en Huatulco.

La importancia de la naturaleza no debe subestimarse. La diversidad de especies que encontramos en el campo de golf Tangolunda nos recuerda que no solo somos parte de la naturaleza, sino que dependemos de ella para nuestra supervivencia.

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