En Azteca Quintana Roo te compartimos una historia que está conmoviendo a miles por su sencillez y humanidad. Se trata de Ortiz, un joven originario de Brooklyn, que decidió regalar tiempo y empatía a los viajeros con prisa. Con una pequeña mesa, una silla y un cartel que dice “Consejos emocionales – $2”, se sienta en medio del bullicio urbano para escuchar a quien necesite desahogarse.

No ofrece soluciones rápidas ni juicios, solo una escucha genuina y una mirada amable. En una ciudad que parece no detenerse jamás, su gesto se ha convertido en un respiro para muchos que cargan el peso del estrés o la soledad. Algunos llegan con lágrimas, otros con risas nerviosas, pero todos se van con el corazón un poco más ligero.

Ortiz demuestra que la empatía no tiene edad ni precio, y que a veces, lo más valioso que podemos ofrecer es nuestra atención. Su historia se ha vuelto viral, inspirando a personas de todo el mundo a reconectar con los demás.