Ha quedado demostrado que los mexicanos tienen la mejor vista del mundo.
La verdad no sé a ciencia cierta, si se puede comprobar. Pero en la práctica, es lo que me dice la victoria de nuestro país en la Copa Mundial de Fotografía, que se llevó a cabo hace unos días en Roma, Italia.
Disparos en momentos precisos que inmortalizaron imágenes que como dicta el refrán, dicen más que mil palabras.
Con orgullo queridas y queridos lectores, me voy a dar el permiso de comenzar con el trabajo del fotógrafo quintanarroense, Mizael Palomeque. Con quien por cierto, puedo presumir que en los últimos años hemos construido una buena amistad. De esas con las que puedes encender el asador, descorchar una botella de vino y platicar por horas, que se sienten como un par de minutos.
Para quienes no lo conocen Mizael y Cecilia, su esposa tienen un movimiento que busca la preservación del tiburón toro que llega a las costas de Quintana Roo, lo hacen por medio de la fotografía subacuática y el buceo con los escualos.
En una de esas charlas con olor a carbón, me comentó que tenía una foto que ya había acumulado algunos premios y le daba el buen presentimiento de que podría llegar muy lejos con ella. La fotografía en cuestión, es una toma cenital de un tiburón toro nadando sobre un arenal blanco, dividido a la mitad por la corriente marina del Caribe Mexicano. Hoy ese disparo bajo el agua, esa milésima de segundo, lo hizo el único representante de Quintana Roo en el equipo mexicano que levantó la copa en Roma.
Querido amigo, sigue haciéndole caso a tus presentimientos, que seguramente te seguirán llevando muy lejos.

Ahora, para sacudir esa sensación de cuasi nepotismo y orgullo. Quiero presentarles el trabajo hecho por otros mexicanos en el equipo campeón.
Destacan las dos medallas de oro del tapatío Iván Durán en la categoría de “ilustración” y “comercial”. Un cráneo hecho con pequeñas imágenes de cuerpos humanos y una mujer ajuarada con formas poligonales y simétricas.


Iván Villagrana, logró el segundo lugar en la categoría de “retrato”. Presentó a un contorsionista que mira fijamente a la cámara, haciendo parecer que es la posición natural de su descanso, ya que su rostro no refleja incomodidad alguna.

El trofeo de la Copa Mundial de Fotografía, se lo lleva el país que mejores lugares acumule al pasar de las categorías. Por lo que las posiciones alcanzadas son fundamentales.
La siguiente imagen es de la fotógrafa Yoshin Lizandra Hinojosa, quien en la categoría de “reportaje” presentó el retrato de un sujeto con los ojos cerrados, siendo atendido por cuerpos de emergencia, con un revólver atravesándole el cachete y una gota de sangre que le escurre por la cara. La descripción suena escalofriante, pero la composición de la imagen, la hace ver interesante. Por esta fotografía obtuvo el quinto lugar.

Y por último, cabe destacar la participación en la categoría de “boda” de Ramiro Cervantes y en “reportaje” de Joseph Ruíz.
Ramiro, presentó una composición simétrica de un par de novios viéndose de frente en un ventanal. Si partes a la mitad la imagen, se ve exactamente lo mismo, lo único que cambia, es que del lado derecho se ve al novio y del lado izquierdo a la novia con un velo volado por el viento.

En el caso de Joseph, su participación quedó enmarcada con la postal de una toma de drone. Es una ballena bajo el agua, que da la impresión de que impulsa a una embarcación con lo que pudieran ser turistas a bordo.

Una tras otra son imágenes impactantes, talentos que han puesto el nombre de México a competir y a ganarle a lo mejor del mundo. De la última edición a esta, nuestro país brincó del lugar 15 al primero.
Este salto no demuestra científicamente que los mexicanos tenemos la mejor vista. Pero si me dice que por lo menos sabemos encontrar la belleza del momento en el que vivimos. Y de millones de mexicanos, sólo muy pocos tienen el gran talento de poder capturar ese momento, con un clic.
¡Enhorabuena, que viva México!