A pesar de ser ‘los mejores amigos del hombre’, no todos los perros son aptos para tratar con niños, como el caso de un bull terrier que le destrozó la cara a un bebé de la familia con un solo mordisco, su historia se hace viral.
Se trata del pequeño Romy, quien a su corta edad fue atacado por su mascota, ocasionando fuertes daños en su rostro.
Los hechos ocurrieron el pasado 27 de diciembre de 2021 en Inglaterra, sin embargo, su madre, Jodie Griffiths, decidió compartir la historia para que los papás estén “en guardia” con sus mascotas y los más pequeños.
A pesar de que Jodie no presenció el momento, reveló lo angustiante que fue, ya que por medio de una llamada telefónica de su pareja se enteró de lo sucedido, donde señalaba de que había sido mordido gravemente.
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El momento del ataque del perro
De acuerdo al padre del pequeño Daniel Griffiths, Romy se encontraba junto a sus hermanos jugando en la sala con unos helicópteros, cuando el perro de la familia atacó al menor. Asimismo, Daniel asegura que fue un estrés que sufrió la mascota, pues el perro enloqueció al ver los juguetes volando.
Romy comenzó a gritar de dolor y cuando Daniel volteo a ver que pasaba, el pequeño estaba cubierto de sangre. De un solo mordisco el animal atravesó la nariz de Romy y dejó su cara destrozada.
“Estaba gritando y luego comenzó a quedarse dormido; los médicos dijeron que era por el shock. Luego le dieron morfina hasta que fue al quirófano. No nos dimos cuenta de lo malo que era hasta después de su cirugía porque nadie nos dejaba verlo”, relató la madre.
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Heridas que dejó la mordedura del animal
Tras los hechos, Romy fue trasladado al Hospital Wolverhampton Infantil, y luego al Hospital de Birmingham en el Reino Unido, donde fue sometido a cirugía para la reconstrucción de su cara.
De acuerdo a Jodie Griffiths, el perro le fracturó la mandíbula, le arrancó toda la nariz, le arrancó tres dientes de raíz, por lo que “le tuvieron que dar cientos y cientos de puntos... Perdieron la cuenta de cuántos”, expresó a un medio de comunicación.
Advierten a los padres
A pesar de que la mascota de la casa “era un buen perro” y parecía ser el “mejor amigo” de su hijo, este lo atacó por un momento de descontrol. De acuerdo a la familia, fue la primera vez que se mostraba agresivo.
Pero esta no fue razón suficiente para dejar al animal en casa, por lo que decidieron entregarlo a una institución para que lo reubiquen, ya que no podría volver a confiar en él.
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