En el umbral de un océano que prometía fortunas y leyendas, un hidalgo extremeño apostó su destino a un viaje que cambiaría dos mundos. En Azteca Quintana Roo te contamos acerca de las motivaciones que impulsaron a Hernán Cortés a emprender su expedición a México.
Nacido en 1485 en Medellín, Extremadura, en una familia de hidalgos modestos, Cortés creció ambicioso y rebelde. Estudió Derecho en Salamanca, pero abandonó los libros por la llamada del Nuevo Mundo. En 1504, llegó a La Española, donde se estableció como notario y agricultor. Para 1511, participó en la conquista de Cuba bajo Diego Velázquez, quien lo nombró secretario y le otorgó encomiendas, enriqueciendo su posición.
Sin embargo, las expediciones previas —como la de Juan de Grijalva en 1518— trajeron rumores de un imperio rico en oro y ciudades magníficas en el continente. Velázquez, gobernador de Cuba, designó a Cortés capitán de una tercera misión exploratoria, pero pronto, por celos, intentó revocarla. Cortés, impulsado por ansias de gloria, riqueza y poder, desobedeció: reunió 11 naves, 508 soldados y 16 caballos, zarpando el 18 de febrero de 1519 hacia Yucatán. Hundió sus barcos en Veracruz para eliminar la retirada, comprometiéndose a conquistar o morir.
Sus ambiciones personales se entrelazaban con el contexto español: el espíritu de la Reconquista, la evangelización católica y la expansión colonial. Explotó divisiones indígenas, aliándose con tlaxcaltecas contra los aztecas, buscando no solo tesoros, sino un legado imperial. Esta decisión, nacida de audacia y oportunismo, culminó en la caída de Tenochtitlán en 1521, forjando la Nueva España.
Nos vemos en Azteca Quintana Roo con más conquistas históricas.
Con edición de Diego Benitez












