Mascotas en riesgo, su hábitat se encuentra contaminada por enfermedades de los humanos
La responsabilidad recae en las personas, la preservación de la salud de todos los seres que comparten este planeta y proteger a las mascotas en riesgo.
En nuestro día a día, es común pensar que nuestras mascotas están a salvo en sus hogares, lejos de los peligros del mundo exterior. Una realidad es que vivien las mascotas en riesgo constante.
Sin embargo, una realidad alarmante se revela: las mascotas también pueden ser víctimas de enfermedades transmitidas por animales silvestres. ¿La razón? La invasión humana en el hábitat natural de estos seres.
La ciudadana Ana María Franco, consciente de esta problemática, comentó: "¿Usted cree que también puede enfermar a sus animalitos? Si yo estoy enferma sí, pero como me cuido, cuido a mis animalitos también.”
Los biólogos advierten que las mascotas en riesgo son susceptibles a diversas enfermedades, algunas de las cuales los propios humanos pueden transmitir. Entre ellas se incluyen virus como la influenza y parásitos como el mal de Chagas, provenientes de la fauna silvestre.
El contacto con animales salvajes se convierte en un detonante de enfermedades, no solo para las mascotas, sino también para los seres humanos. Marcela Orozco, investigadora y bióloga, subraya la importancia de evitar que perros y gatos tengan contacto con la vida silvestre. “No porque eso sea malo, sino porque las poblaciones de animales domésticos pueden amplificar algunos patógenos,” explica Orozco.
Un factor adicional es la invasión de espacios habitados por especies no domesticadas. Esta invasión contribuye al aumento del riesgo de transmisión de enfermedades entre animales silvestres y domésticos.
La investigadora Marcela Orozco propone una solución: “La principal forma de prevenir todo esto es mejorar la conservación de nuestros ambientes naturales. Realmente, esta es la clave, es la más difícil sin duda.”
La conciencia sobre la invasión humana en el hábitat natural de los animales se presenta como fundamental para proteger no solo a nuestras mascotas, sino también a nosotros mismos.
La responsabilidad recae en cada individuo, contribuyendo así a la preservación de la salud de todos los seres que comparten este planeta y proteger a las mascotas en riesgo.
