Originado en un almacén mexicano el 3 de junio de 2025, un video se volvió viral tras mostrar a un jefe reunido con su equipo para escuchar confesiones inesperadamente cómicas. En la grabación, los empleados admiten toda clase de travesuras laborales: uno reconoce haber servido café de tres días porque “nadie se daba cuenta”, otro cuenta que, harto de un cliente furioso, le dio los datos necesarios para que presentara una denuncia, y un tercero confiesa que fingía citas médicas para acudir a entrevistas de trabajo.

La espontaneidad del clip inspiró el hashtag #EscuchoPeroNoDespido en TikTok, donde miles de usuarios comenzaron a compartir sus propias confesiones laborales, acumulando millones de vistas. Entre los ejemplos más llamativos aparecen trabajadores que admiten modificar facturas, esconder mercancía o incluso salir en secreto con la hija del jefe, generando una mezcla de risas, sorpresa y debates sobre los límites del humor en el trabajo.

No obstante, el fenómeno también reveló un lado serio. Algunas confesiones terminaron en consecuencias reales, como el caso de una empleada acusada de estafa tras admitirlo públicamente. Esto dio origen al contra-trend #EscuchoPeroNoRenuncio, donde empleados exponen fallas de sus superiores, desde presiones injustas hasta malas prácticas internas.

Con edición de Hanna Andrade