Existen estos espacios en el día a día de las ciudades que cuentan historias que le dan identidad a nuestras comunidades. Uno de esos lugares en Cancún, era la “Casita de los Aluxes” debajo del puente que lleva al Aeropuerto. Si no conocen la historia, ahí les va.
Cuenta la leyenda que durante el ocaso de los 80 e inicio de los 90, dicho puente se caía cada vez que lo levantaban, algo fallaba en su construcción y los trabajadores señalaban que a cada rato les escondían las cosas. Al consultar esto con la comunidad, un grupo de sacerdotes mayas les presentaron la solución que ninguno de los audaces ingenieros habría imaginado. Pedir permiso a unos pequeños seres que en la cosmogonía maya, se les conocen como “Aluxes”, lo que en otras culturas equivale a los elfos o duendes. Pequeños guardianes de la selva, traviesos, escurridizos y que gustan tomar lo ajeno. A cambio de que los Aluxes les permitieran construir el puente, los trabajadores tenían que edificarles una casita. Por lo que en 1991, una pequeña pirámide de cuatro niveles fue erigida para ellos; desde entonces el puente ha aguantado el pesado tránsito vehicular hacia el aeropuerto y es el “portal de bienvenida” a la ciudad de Cancún.
Hoy, en julio de 2022 la “Casita de los Aluxes”, o por lo menos la original, fue removida. El desarrollo de la ciudad demanda al igual que en aquellos 90 una nueva obra de construcción en la zona. La URGENTE remodelación del Boulevard Luis Donaldo Colosio y con ello, los accesos al Aeropuerto Internacional de Cancún.
Las autoridades de movilidad, aeroportuarias y gubernamentales de los tres niveles de gobierno, tienen el tremendo reto de descifrar como podrán desazolvar el tránsito vehicular durante la obra. Es la arteria principal de la ciudad más poblada de Quintana Roo, uno de los aeropuertos con mayor actividad en el mundo y desemboca en la única carretera que lleva a muchos de los destinos turísticos más visitados de nuestro país. La prueba es grande, pero no es opcional, como mencioné anteriormente en esta columna, esa remodelación es urgente para el buen funcionamiento del turismo, que como sabemos le da de comer a más del 80% de la población en el estado.
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Si bien se han filtrado algunas de las estrategias para la movilidad sobre todo en la zona del aeropuerto. Aún se conoce muy poco de esta obra. Hasta ahora se sabe que durará 15 meses, se espera que esté lista en octubre del 2023, que la remoción de la “Casita de los Aluxes”, se hizo para el paso de vehículos durante la construcción del nuevo distribuidor vial y que los accesos al puente que se caía cada que lo levantaban a finales de los 80, serán cerrados durante los primeros meses del año entrante.
Una obra de esta magnitud seguramente generará tráfico, algunos embotellamientos y quizá momentos de estrés en el auto de los que muchos cancunenses no conocen y de los que otros vienen huyendo. Sin embargo, es un costo social que al parecer la mayoría están dispuestos a pagar, por tener una arteria principal en buenas condiciones. Así lo pienso yo, por lo tanto y creo que muchas personas estarán de acuerdo conmigo, tengo las siguientes peticiones:
-No le vayan a echar la culpa a los Aluxes, por los baches
-No le vuelvan a echar la culpa a los Aluxes, si se cae un puente
-No le vayan a echar la culpa a los Aluxes, si llegaron tarde por no salir con tiempo
-No le vayan a echar la culpa a los Aluxes, si chocan por manejar imprudentemente
-No le vayan a echar la culpa a los Aluxes, si pierden un vuelo
Porque a la hora de los malabares para buscar culpables por nuestros actos, echarle la culpa a los Aluxes, no suena para nada descabellado.
De corazón, como muchas y muchos cancunenses esperamos que sea una obra benéfica y de buena calidad por el bien de nuestro bello Cancún. Y si de paso se puede, démosle una nueva casa a esos Aluxes.
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