Kiev sufrió el mayor bombardeo ruso desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, lo que impulsó al presidente Volodímir Zelenski a mantener una crucial llamada con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Al término de la conversación, centrada en las “posibilidades de defensa aérea”, el mandatario anunció un acuerdo para “trabajar juntos y reforzar la protección” del cielo ucraniano, aunque sin ofrecer detalles específicos. Esta urgencia subraya la crítica necesidad de sistemas de defensa aérea que cubran eficazmente todo el país, ante la persistencia de los ataques rusos.
La llamada con Trump se produce un día después de que el presidente estadounidense dialogara con Vladímir Putin, un encuentro que, una vez más, no arrojó avances significativos para resolver el conflicto. Trump admitió el jueves no haber logrado “ningún avance” en sus conversaciones de paz, que se reanudaron en mayo pero parecen estancadas. La tercera ronda de conversaciones directas entre rusos y ucranianos sigue sin fecha, un mes después de una infructuosa reunión en Turquía.
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Las exigencias de Putin permanecen inalterables: la cesión de cuatro regiones ucranianas, además de Crimea (anexada en 2014), y la renuncia de Ucrania a su adhesión a la OTAN. Condiciones inaceptables para Kiev, que exige la retirada total de las tropas rusas de su territorio.
Rusia no cede y bombardeos se intensifican
El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, reiteró este viernes que Rusia “no renunciará a sus objetivos” en Ucrania y que, en este momento, “no es posible” alcanzarlos por la vía diplomática, lo que implica la continuación de la “operación militar especial”. Esta postura se acompaña de una escalada militar. Durante la noche, el ejército ruso lanzó 550 misiles contra Kiev, incluyendo 539 drones, según las fuerzas aéreas ucranianas.
“Fue una noche brutal”, lamentó Zelenski, mientras los servicios de emergencia reportaron al menos un muerto y 26 heridos, entre ellos un niño. Un portavoz de la aviación ucraniana confirmó que este fue el mayor ataque aéreo contra Ucrania desde el inicio de la guerra. Aunque Ucrania afirmó haber neutralizado 478 de los 550 misiles disparados, el ataque causó decenas de incendios, especialmente en Kiev, y un edificio de la embajada polaca resultó dañado.
Timur, un residente de Kiev, describió la magnitud del asalto: “Nunca había ocurrido nada parecido a este ataque. Hubo tantas explosiones”. Para Zelenski, la agresión es una clara señal de que “sin una presión a gran escala, Rusia no va a cambiar su comportamiento estúpido y destructivo”.
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Los ataques nocturnos de Rusia se intensificaron en las últimas semanas. Según un recuento de medios internacionales, Moscú lanzó un número récord de drones y misiles contra Ucrania en junio, coincidiendo con el estancamiento de las conversaciones de paz. El canciller ucraniano, Andrii Sibiga, sentenció: “Putin está mostrando claramente su absoluta desconsideración con Estados Unidos y con cualquiera que pida terminar la guerra”.
Esta escalada genera particular preocupación después de que Estados Unidos anunciara esta semana la suspensión del envío de cierto armamento a Ucrania, un apoyo crucial para repeler los bombardeos. En el frente, el ejército ruso continúa su avance, afirmando este viernes haber capturado una nueva localidad en el este de Ucrania: el pueblo de Predtechin, en las afueras de la fortaleza ucraniana de Kostiantinivka.
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