La vida de Ivonne Montero ha estado marcada por momentos de gran emotividad, pero recientemente, la actriz mexicana abrió su corazón para compartir una serie de experiencias que han marcado su vida personal; en una charla, la famosa habló sobre la trágica muerte de Fabio Melanitto, exintegrante del grupo UFF y padre de su hija Antonella, así como de un sorprendente episodio paranormal relacionado con el venezolano.
El 2018 fue un año de dolor para la actriz. pues en agosto, el cantante y expareja de Montero fue asesinado en la Ciudad de México tras recibir varios disparos. Sin embargo, la actriz reveló que una semana antes del trágico suceso, su hija Antonella, entonces de 5 años, le hizo una pregunta que la dejó sin palabras.
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“Una semana antes me preguntó: ‘mamá, ¿mi papá está muerto?’ Me dijo: ‘mi papá está muerto’ y fue muy extraño porque cuando sucede esto, yo estaba llorando y me preguntó Antonella, ¿qué tienes?”, compartió la actriz.
Montero explicó que, tras el asesinato, tuvo que enfrentar el difícil momento de decirle a su hija que su padre ya no estaba con ellos. “Le dije, ¿te acuerdas de tu papi?, pues ahora está con papá Dios. Se me quedó viendo, sus ojos se llenaron de lágrimas y a los dos días ella bajó a hablar con él en un altar que le pusimos en la casa”, recordó.
Ivonne Montero y la experiencia paranormal donde vio a Fabio Melanitto
La revelación no terminó ahí, pues en la misma charla, Ivonne Montero contó una experiencia que vivió después de la muerte del cantante. La actriz narró que tuvo una experiencia paranormal con Fabio Melanitto: “En algún momento vi al papá de Antonella, a los días que falleció. Me desprendí de mi cuerpo... atravesé la puerta de mi cuarto, me lo topé de frente, él estaba llorando, me dijo que estaba triste y no entendía lo que está pasando”. Este suceso, junto con otras experiencias paranormales que ha tenido desde pequeña, ha marcado su vida.
Montero también abordó la salud de su hija Antonella, quien desde su nacimiento ha enfrentado una cardiopatía congénita. La niña, hoy con 11 años, ha superado varias pruebas relacionadas con su corazón. Conmovida, Montero confesó que este diagnóstico le generó sentimientos de culpa: “Saber que ella venía con esa anomalía, de pronto me sentí culpable porque yo sufrí mucho en mi embarazo, quizá mi sufrimiento ella lo recibió en su corazoncito”.
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