La ciudad de Birmingham, Inglaterra, se vistió de luto, pero no se olvidó de celebrar la vida de un artista internacional, pues este miércoles le dio el último adiós a su hijo pródigo, el legendario Ozzy Osbourne (1948-2025). Conocido mundialmente como el “Príncipe de las Tinieblas”, el féretro del icónico músico recorrió puntos emblemáticos de la urbe en un emotivo cortejo fúnebre, presenciado por miles de personas que abarrotaron las calles en un ambiente que combinó tristeza y un profundo sentido de gratitud y recuerdo.
Desde las primeras horas de la mañana, las inmediaciones del famoso puente de Black Sabbath, donde se encuentra el banco dedicado al grupo del que Ozzy fue vocalista hasta su muerte el pasado 22 de julio, se llenaron de fanáticos. Vestidos con camisetas y chaquetas de cuero con el nombre de la banda y del artista, portaban carteles con mensajes de despedida, evidenciando el profundo impacto que Osbourne tuvo en sus vidas.
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Alrededor de las 13:00 horas local (12:00 GMT), la procesión dio inicio. La carrosa fúnebre, escoltado por la policía y seguido por varios furgones con familiares y amigos, comenzó su lento recorrido por distintos puntos clave de la ciudad. Entre ellos destacó el Villa Park, el estadio del Aston Villa, el equipo de fútbol del que Ozzy Osbourne era un ferviente aficionado. Precisamente allí tuvo lugar hace apenas tres semanas su último concierto, ‘Back to the Beginning’, un evento histórico con el que Black Sabbath cerró su carrera, acompañado por gigantes de la música como Metallica, Aerosmith, Anthrax o Guns N’Roses.
Ozzy Osbourne: Un adiós festivo y lleno de recuerdos en Broad Street
El punto álgido del cortejo se alcanzó en Broad Street, donde la multitud estalló en gritos y cánticos, viviendo la despedida en un ambiente que, más que triste, fue festivo. Prevalecieron los buenos recuerdos y la celebración del legado del “príncipe de las tinieblas”, un hijo pródigo que siempre llevó a Birmingham en el corazón.
A paso lento, y precedido por el sexteto de músicos Bostin’ Brass, que interpretó emotivos temas de la banda, el ataúd recibió aplausos, elogios y una lluvia de flores antes de llegar finalmente al puente de Black Sabbath. Este lugar se ha consolidado, desde el fallecimiento de Osbourne, como un verdadero punto de culto y recuerdo al rockero. Flores, imágenes, velas y otros objetos conmemorativos se agolpan allí, en una muestra palpable del cariño de sus fans. El alcalde de la ciudad, Zafar Iqbal, estuvo presente para recibir a la comitiva, observando de cerca el tributo.
Al llegar al emblemático banco de Black Sabbath, el cortejo se detuvo. Los familiares y amigos de Ozzy, entre ellos su visiblemente emocionada viuda, Sharon Osbourne, y sus hijos, Jack, Kelly y Aimee, depositaron flores y recibieron la ovación de los allí congregados. En un gesto de agradecimiento y despedida, respondieron esbozando el símbolo de la paz con sus manos.
Tras recorrer las calles de Birmingham, se llevó a cabo un funeral privado, organizado por el Ayuntamiento de Birmingham en coordinación con la familia Osbourne, quienes financiaron el evento. Ozzy Osbourne se despidió de su ciudad natal.
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