Se enoja otra vez: Ahora por el debate
El presidente Andrés Manuel López Obrador sigue mostrando su molestia, esta vez dirigida hacia el reciente debate presidencial, en el cual, cabe señalar, ni siquiera participó.
“Toda la narrativa del debate fue eso... No reconocer absolutamente nada... Es la narrativa de Televisa, y de Azteca, y del Reforma, y de El Universal...”, expresó el presidente de México, reiterando su percepción de que los medios de comunicación están en su contra.
López Obrador ha mantenido una posición crítica hacia los medios, argumentando que estos reproducen sus palabras de manera sesgada. Sin embargo, evidencias muestran discrepancias entre sus discursos y sus acciones.
Por ejemplo, mientras en abril de 2019 promulgaba una política de austeridad republicana que incluía el uso de vuelos comerciales para funcionarios del gobierno, en realidad dejó de utilizarlos desde noviembre de 2020, optando por viajar en aviones militares.
Además, se registran al menos 62 vuelos en este tipo de aeronaves.
Otro punto de discordia son sus afirmaciones respecto al sistema de salud. Aunque ha declarado tener el remedio para mejorar la salud pública en México, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) revelan un aumento significativo en el número de personas sin acceso a servicios de salud durante su mandato, pasando de 20.1 millones a 50.4 millones entre 2018 y 2022.
Ante estas discrepancias entre palabras y acciones, resulta fundamental recordar que gobernar va más allá de las declaraciones.
Si bien el presidente puede manifestar su descontento con los medios de comunicación, no puede ignorar la importancia de demostrar con hechos su compromiso con el país.
