Salvador Ramos fue el autor de la masacre en la escuela primaria Robb en Uvalde en Texas, donde perdieron la vida 21 personas, entre ellos 19 niños y dos profesoras. Recientemente se dio a conocer que había publicado sus planes de ataque en Facebook.
De acuerdo al gobernador de Texas, Greg Abbott indicó por medio de rueda de prensa que Salvador Ramos de 18 años de edad, había publicado una serie de mensajes en los que adelantó sus intenciones de realizar un tiroteo en la escuela.
Se trataron de tres publicaciones diferentes 30 minutos antes del tiroteo. En el primer mensaje, el joven de 18 años, indicó que iba arremeter a sus abuela con las armas de fuego, dos publicaciones después explicaba sobre su plan de atacar la escuela primaria.
Salvador Ramos, quien falleció al parecer a manos de los agentes que respondieron el ataque, había mostrado su afición por las armas, de acuerdo con sus publicaciones en Instagram, red social donde compartió dos historias donde portaban rifles y un cargador.
PODRÍA INTERESARTE: Tiroteo en la escuela primaria en Texas: Sube cifra a 20 fallecidos
¿Quién era Salvador Ramos?
Salvador Ramos, era estudiante de la Uvalde High School, vivía con su abuela, su madre tenía problemas de drogas y poco a poco fue abandonando la escuela por problemas de acoso escolar.
Se dio a conocer que el gerente de un restaurante Wendy’s, Adrián Mendes, dijo que Salvador Ramos trabajaba ahí y declaró que “era un tipo reservado, no socializaba con otros empleados”. El gerente expresó que Ramos solo trabajaba y se le pagaba.
Una mujer quien trabajó con el autor del tiroteo en la primaria de Texas dijo que el joven “a veces era muy grosero con las chicas y con uno de los cocineros”, además de que enviaba mensajes inapropiados a mujeres.
PODRÍA INTERESARTE: “Te extrañaré": Mensaje de hija de victima de tiroteo en Texas
Sufría de bullying escolar
De acuerdo a las declaraciones de un amigo del joven, quien jugaba a veces Xbox con Salvador, declaró que los compañeros de clase se burlaban de él por la ropa que usaba y la situación económica de su familia, por lo que dejó de asistir poco a poco.
Por su parte, una prima de Salvador, llamada Mía, indicaba que también se burlaban por su habla debido a que solía tartamudear.
