Miles de fieles se congregaron este domingo 25 de mayo de 2025 en la Plaza de San Pedro para presenciar el rezo dominical del Regina Coeli del Papa León XIV desde la ventana del apartamento papal del Palacio Apostólico. El pontífice, de nacionalidad estadounidense, naturalizado peruano, aprovechó esta emotiva ocasión para agradecer el inmenso cariño que ha recibido desde su elección el pasado 8 de mayo, y para solicitar el apoyo constante de la comunidad católica a través de la oración y la cercanía.
“Desde hace pocos días he comenzado mi ministerio entre ustedes y deseo ante todo agradecerles el cariño que me están manifestando, al mismo tiempo les pido que me apoyen con su oración y cercanía”, expresó el Papa, con la calidez que ya lo distingue, a la multitud reunida bajo el sol del Vaticano. Su mensaje, directo y humilde, resonó entre los presentes, marcando el tono de su naciente pontificado.
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Papa León XIV: La fragilidad humana y la fortaleza de la fe
En su reflexión, el Papa León XIV abordó un tema central para la vida de fe: la sensación de insuficiencia ante los llamados de Dios. Explicó que a veces, “en todo aquello a lo que el Señor nos llama, tanto en el camino de la vida como en el de la fe, a veces nos sentimos insuficientes”. Sin embargo, enfatizó que la clave no es enfocarse en las limitaciones humanas, sino en la misericordia divina.
“No debemos fijarnos en nuestras fuerzas, sino en la misericordia del Señor que nos ha elegido, seguros de que el Espíritu Santo nos guía y nos enseña todo”, agregó. Subrayó que “este morar de Dios en nosotros es precisamente el don del Espíritu Santo, que nos toma de la mano y nos hace experimentar, incluso en la vida cotidiana, la presencia y la cercanía de Dios, haciéndonos morada suya”.
Con estas palabras, el Santo Padre infundió confianza y esperanza, pidiendo a los fieles que, “ante los compromisos que llevamos adelante y nuestro servicio en la Iglesia, cada uno de nosotros pueda decir con confianza: aunque soy frágil, el Señor no se avergüenza de mi humanidad, al contrario, viene a habitar dentro de mí". Este mensaje resalta la humildad como camino para la gracia y la certeza de la presencia divina en la debilidad humana.
Un ministerio petrino enfocado en los pequeños y los sufrientes
También, el Papa León XIV reiteró la esencia del mensaje evangélico, asegurando que la presencia de Dios “se revela especialmente en los pequeños, en los pobres y en quienes sufren, pidiéndonos ser cristianos atentos y compasivos”. Esta declaración subraya una clara orientación de su pontificado hacia la atención y el servicio a los más vulnerables, en sintonía con la labor social y caritativa de la Iglesia.
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