En el eco de un salón de clases donde la inocencia choca con la crudeza de la realidad, una lección de caramelos se convierte en armadura contra lo imprevisible. En TV Azteca Quintana Roo te contamos acerca de un entrenamiento controvertido en escuelas de China que enseña a los niños a rechazar dulces de extraños mediante simulaciones impactantes.
En aulas de educación básica, un actor disfrazado como “el hombre de la bolsa” irrumpe ofreciendo caramelos con una sonrisa engañosa. Los pequeños, sentados en filas atentas, enfrentan la tentación. En la primera ronda, algunos extienden la mano, y al instante, el intruso los alza en brazos y simula un secuestro, arrastrándolos fuera ante los ojos de sus compañeros. Gritos, llantos y rostros pálidos llenan el aire, mientras el grupo observa el “rapto” en tiempo real.
El método, repetido en varias rondas, busca grabar el peligro en la memoria: aceptar regalos de desconocidos puede llevar a la desaparición. En la segunda vuelta, el personaje regresa, pero esta vez, todos niegan con cabezas firmes, con expresiones de terror contenido que gritan lección aprendida. “Puedes cuestionar sus métodos, pero no los resultados”, dice un usuario en redes, capturando el debate: ¿trauma temporal o protección vital?
Este enfoque, viral en plataformas como Instagram con más de 483 mil reacciones, divide opiniones. Críticos lo llaman extremo, argumentando daños emocionales en infancias vulnerables, mientras defensores lo ven efectivo ante los altos índices de secuestros en Asia. Estudios globales, como los de la BBC, sugieren alternativas como “personas tramposas” para enfocarse en comportamientos, no solo extraños. En China, donde el pánico por abducciones es real, esta pedagogía de impacto prioriza la supervivencia sobre la suavidad.
Edición de Video: Diego Benitez












