Bajo la tinta que narra vidas enteras, un secreto de cuatro décadas emerge en una banca pública, dejando boquiabiertos a extraños y pantallas. En TV Azteca Quintana Roo te contamos acerca de la revelación impactante de un abuelo que confiesa llevar 40 años tatuándose todo el cuerpo, sorprendiendo al mundo con su historia inalterada.
La escena transcurre en una calle de España, donde un joven entrevistador realiza preguntas casuales a transeúntes sobre los tatuajes. Se acerca a un señor mayor, sentado con serenidad en una banca, y le pregunta: “¿Usted qué opina de las personas que se hacen tatuajes? ¿Usted se haría uno?”. La respuesta es un golpe maestro: “¿Ahora?... Tengo el cuerpo entero”, dice el abuelo con naturalidad, como si comentara el clima.
El entrevistador, atónito, insiste: “¿Tiene tatuaje?”. Tras un corte en el video, el hombre se levanta y revela su espalda: un lienzo completo de tatuajes tradicionales japoneses, con dragones intrincados, flores de cerezo y patrones densos al estilo irezumi, reminiscentes de los Yakuza. “Uh, tiene toda la espalda con tatuaje. Está súper bonito. ¿Y los brazos, los podemos ver?”, balbucea el joven, pasando de la incredulidad a la admiración. El abuelo, con calma imperturbable, muestra sus brazos igualmente cubiertos, declarando: “Nunca me he sacado ni un centímetro desde entonces, hace 40 años”.
Este clip, compartido en redes, ha acumulado más de 107 mil reacciones, con comentarios que claman por más: “Me salió Yakuza el tata”, “Yo pensé que estaba bromeando” o “Quiero la historia del porqué tiene un tradicional japonés de hace 40 años”. Sin revelar su nombre o motivaciones exactas, el abuelo encarna un misterio: ¿rebeldía juvenil, tradición cultural o arte personal? Su confesión no solo desafía estereotipos sobre la vejez, sino que celebra cómo los tatuajes preservan relatos vivos, inmutables ante el tiempo.
Edición de Video: Diego Benitez












