Durante una reunión íntima en su hogar, la festejada se acercó al pastel decorado con velas encendidas. Al soplar, el aire avivó las llamas, que se extendieron rápidamente por la superficie, creando una bola de fuego ardiente y azucarada. Los familiares, sorprendidos, reaccionaron con gritos y movimientos rápidos para contener el fuego con toallas y agua, evitando daños mayores al mobiliario.
Usuarios comentaron con humor: “¡De deseo a dragón en segundos!” o “Lección: sopla con cuidado”.
Sin heridos graves, el incidente resalta la importancia de la precaución con ingredientes inflamables en fiestas.