Un expiloto de Alaska Airlines mientras viajaba como pasajero en la cabina, intentó cortar el suministro de combustible para apagar los motores del avión.
Según la acusación, el hombre, identificado como Joseph Emerson, confesó que había consumido hongos psicodélicos 48 horas antes, no había dormido, y atravesaba una fuerte crisis emocional, lo que lo llevó a pensar que estaba soñando y “quería despertar”.
Lo sometieron, le quitaron el acceso a los controles de emergencia, y derivaron el vuelo a un aterrizaje de emergencia en Portland. Ninguna de las más de 80 personas a bordo resultó herida.