El huracán Wilma, el ciclón más intenso del Atlántico en 2005, azotó Cancún con vientos de 240 km/h el 21 de octubre, destruyendo playas, hoteles y dejando Quintana Roo sumida en inundaciones y apagones por horas interminables de furia devastadora que causó miles de millones en daños y transformó para siempre la zona hotelera, donde residentes y turistas vivieron el terror de techos volando y olas gigantes devorando la costa.

Esta catástrofe histórica nos recuerda la fuerza impredecible de la naturaleza. Para más historias locales, síguenos en TV Azteca Quintana Roo.

EDICIÓN AUDIOVISUAL: ESTEFANÍA CANO