En las sombras de los pasillos escolares, un susurro o un golpe puede romper almas jóvenes para siempre. En Azteca Quintana Roo te contamos acerca de los principales tipos de acoso escolar y cómo reconocerlos para proteger a quienes más importan.

El acoso físico involucra violencia directa, como golpes, empujones o daños a pertenencias, dejando marcas visibles que generan miedo inmediato y aislamiento. Es común en niños y puede escalar a lesiones graves si no se interviene.

El acoso verbal ataca con palabras hirientes: insultos, apodos crueles, burlas o rumores, a menudo entre adolescentes. Estos ataques erosionan la autoestima, fomentando ansiedad y depresión a largo plazo.

El acoso social, también llamado relacional, busca excluir: ignorar, difundir chismes o aislar del grupo. Crea un vacío emocional que profundiza la soledad, afectando relaciones futuras y el sentido de pertenencia.

El acoso psicológico es sutil pero devastador, con manipulación, amenazas o gestos intimidatorios que minan la confianza. Difícil de detectar, genera indefensión crónica y trastornos como el estrés postraumático.

El acoso sexual incluye comentarios inapropiados, tocamientos no consentidos o bullying homofóbico, violando la dignidad. Provoca trauma profundo, vergüenza y barreras en el desarrollo afectivo.

Finalmente, el acoso digital o ciberbullying usa redes para mensajes ofensivos, suplantación o difusión de imágenes, amplificando el daño por su alcance 24/7. Aumenta el riesgo de aislamiento total y pensamientos suicidas.

Entender estos tipos es clave para actuar: observa cambios en el comportamiento y reporta. Juntos, construimos entornos seguros.

Edición de Video: Diego Benitez