En un lugar donde el tiempo se detiene entre rejas, un baile transforma lágrimas en risas compartidas.
En Azteca Quintana Roo te contamos acerca de un evento histórico que une a padres privados de libertad con sus pequeñas, reconectando lazos rotos por años de ausencia.
Por primera vez en la prisión de Angola, una de las más estrictas de Estados Unidos, varios reclusos compartieron un baile padre-hija con sus hijas. Este programa de reconciliación familiar permitió reencontrarse tras largos periodos de separación, con abrazos prolongados y sonrisas que sanan heridas emocionales. Las actividades fomentaron la empatía y el afecto, ayudando a fortalecer la salud mental de los internos y reduciendo riesgos de reincidencia, según autoridades del penal.
Nos vemos en Azteca Quintana Roo con más virales.












