¿Alguna vez te has enganchado emocionalmente con un personaje de una serie como si fuera real? Quédate, porque te voy a contar sobre el Efecto Conrad Fisher y por qué nos pasa a tantos.
Este fenómeno se volvió viral porque mucha gente, sobre todo millennials, siente una conexión super intensa con arquetipos románticos como Conrad Fisher de El verano que me enamoré. Más allá de un simple crush, lo que ocurre es un vínculo emocional parasocial: sentimos que conocemos y nos importa un personaje aunque sepamos que es ficción.
Esto pasa porque nuestras emociones se activan con nostalgia y deseo de vivir ese tipo de amor idealizado.
Ver este tipo de historias también nos da una evasión emocional sana y nos ayuda a reconectar con sentimientos que teníamos desde adolescentes sin las complicaciones de la vida adulta.