La esperanza de un respiro en los frentes de batalla en Ucrania para esta Navidad se desvanece, luego de que el Papa León XIV rompió el silencio este martes para expresar su decepción ante la negativa del Kremlin de aceptar una tregua humanitaria.
A las puertas de su residencia en Castel Gandolfo, donde suele pasar los martes, el líder de la Iglesia católica se mostró visiblemente conmovido por la falta de voluntad política para detener la violencia.
“De las cosas que me causan mucha tristeza es que Rusia aparentemente ha rechazado la petición de una tregua de Navidad”, confesó el pontífice.
El Papa no se limitó a señalar el conflicto en Europa del Este; su petición fue un grito global. Instó a todas las personas de "buena voluntad" a que respeten el nacimiento de Jesús con un gesto de humanidad: detener las armas durante un día completo.
“Ojalá nos escuchen para que haya 24 horas de paz, un día de paz, en todo el mundo”, añadió.
Navidad entre ruinas: La situación en Gaza
El panorama no es más alentador en el Medio Oriente. León XIV detalló que mantiene comunicación constante con la parroquia de la Santísima Trinidad, el único bastión católico en la Franja de Gaza. Este martes, el Papa conversó con el párroco argentino Gabriel Romanelli, quien le describió los esfuerzos sobrehumanos para organizar las celebraciones decembrinas en condiciones extremas.
La visita reciente del patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, confirmó la magnitud de la tragedia. Según el cardenal, aunque la fe de la población sigue en pie, el entorno es devastador:
- Escuelas, hospitales y casas necesitan reconstrucción total.
- La gente vive rodeada de escombros, basura y aguas negras.
- Existe una pobreza extrema que amenaza la supervivencia básica.
A pesar de todo, el Papa León XIV mantiene la fe en que el diálogo prevalezca. “Están intentando organizar la Navidad aunque la situación es muy precaria. Ojalá siga el acuerdo para la paz”, concluyó el Santo Padre.
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