Cuando hablamos de los huracanes más poderosos que han azotado el Atlántico, el nombre de Wilma en Quintana Roo resuena con fuerza. Pero, ¿qué hizo de este ciclón un fenómeno tan devastador? En TV Azteca Quintana Roo te compartimos los datos más importantes.
¿Por qué el huracán Wilma en Quintana Roo es considerado uno de los más fuertes?
Wilma se formó en un entorno atmosférico excepcionalmente favorable para el desarrollo de huracanes. Las cálidas aguas del Atlántico, combinadas con una baja presión atmosférica y vientos alisios débiles, crearon las condiciones ideales para que este sistema tropical se intensificara rápidamente.
Uno de los factores que convirtió a Wilma en un monstruo de la naturaleza fue su capacidad para mantener una intensidad extrema durante varios días. Alcanzó una presión central de 882 milibares, una de las más bajas jamás registradas en un huracán del Atlántico. Esta baja presión indica un sistema atmosférico muy fuerte y organizado, capaz de generar vientos extremadamente poderosos.
Además de su intensidad, la trayectoria de Wilma fue otro factor clave en su devastación. El huracán se movió lentamente sobre las cálidas aguas del Caribe, lo que le permitió seguir intensificándose. Al tocar tierra en la península de Yucatán, sus vientos de más de 295 km/h causaron daños catastróficos en infraestructura, viviendas y ecosistemas.
Wilma dejó una huella imborrable en Quintana Roo y otras regiones del Caribe. Miles de personas perdieron sus hogares, la economía local se vio gravemente afectada y los ecosistemas tardaron años en recuperarse.
¿Por qué recordar al huracán Wilma?
El caso de Wilma nos sirve como un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y la importancia de estar preparados para enfrentar eventos climáticos extremos. Este huracán nos enseñó que incluso las comunidades más resilientes pueden ser vulnerables ante fenómenos naturales de esta magnitud.
Banderas de playa en Cancún hoy 21 de octubre de 2025: conoce el estado del mar y la seguridad













