En Campeche los ciudadanos volvieron a tomar las calles
En Campeche, una vez más, las calles se llenaron de ciudadanos exigiendo cambios en el aparato de seguridad del estado. Esta vez, la indignación ha escalado hasta la oficina de la gobernadora Layda Sansores, en medio de un clamor popular sin precedentes.
La marcha pacífica, que congrega a más de 10 mil personas, avanza hacia el palacio de gobierno, liderada por ciudadanos determinados a hacer oír su voz. Desde el malecón de la capital, contingentes tras contingentes portan carteles, mantas y lanzan gritos de protesta demandando la destitución de Marcela Muñoz, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, por las múltiples deficiencias e irregularidades en su gestión.
“Creo que somos más de 15 mil personas que, a pesar de todos los obstáculos y abusos de poder, hemos salido a decirle a Marcela: ‘vete, estamos hartos’. El hartazgo social es evidente”, declara Emmanuel Araos, uno de los manifestantes.
La negativa de Layda Sansores para resolver el problema ha profundizado la decepción entre los ciudadanos, quienes ven cómo las peticiones de los elementos de seguridad pública caen en oídos sordos. Familiares de los policías expresan su apoyo, a pesar de las dificultades impuestas por la gobernadora, demostrando así el respaldo abrumador hacia los uniformados.
Esta muestra masiva de apoyo surge en respuesta al operativo fallido en el Centro de Readaptación Social de San Francisco Kobén, donde la inseguridad y la falta de acción gubernamental han llevado a la comunidad a tomar las calles en un grito unísono por un cambio real en el sistema de seguridad del estado.
La voz del pueblo campechano resuena con fuerza, exigiendo justicia y transparencia en un sistema que, hasta ahora, ha fallado en proteger y servir a la ciudadanía.
