Una nueva tragedia humanitaria ocurrió frente a las costas de Yemen, donde el naufragio de una embarcación de migrantes causó la muerte de más de 70 personas; por su parte, el Papa León XIV expresó su profundo pesar a través de un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y enviado al Nuncio Apostólico en Yemen, arzobispo Christophe Zakhia El-Kassisper, para su posterior transmisión a las autoridades del país.
De acuerdo con el Dicasterio de la Comunicación de la Ciudad del Vaticano, en el texto, el Sumo Pontífice Católico encomienda a los numerosos migrantes que han perdido la vida “a la misericordia amorosa de Dios Todopoderoso”.
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Asimismo, invoca “fuerza divina, consuelo y esperanza” para los supervivientes de este desastre, los valientes trabajadores de emergencia que laboran incansablemente y “todos los afectados por esta tragedia”, que pone de manifiesto una vez más la dramática situación de la migración forzada.
La “Ruta de la Muerte": Una travesía mortal en el Golfo de Adén; esto ocurrió
El desastre ocurrió en una ruta que es tristemente conocida desde hace tiempo como la “Ruta de la Muerte”, considerada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) como la más peligrosa del mundo. Esta organización ha señalado repetidamente el Golfo de Adén como una puerta de entrada crítica para las embarcaciones de traficantes que buscan llegar a Arabia Saudita y otras monarquías adineradas de la zona, que ofrecen oportunidades laborales a la mano de obra extranjera.
Debido a esta promesa de futuro, cada vez más personas intentan cruzar esta peligrosa travesía. Las víctimas del último y dramático naufragio, reportado el 3 de agosto, provenían de Etiopía y Somalia, intentando alcanzar la costa sur de Yemen. El incidente fue causado por el mal tiempo frente a la costa de la provincia de Abyan, un factor que agrava aún más la ya precaria situación de estas embarcaciones.
Esta travesía por Yemen continúa ocurriendo con regularidad, a pesar del conflicto devastador que, desde hace una década, asola al país más pobre de la Península Arábiga, añadiendo una capa de complejidad y peligro a la migración.
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Los migrantes involucrados en el desastre de las últimas horas provenían específicamente de Etiopía y se dirigían a la costa sur de Yemen. El saldo oficial provisional es desgarrador: 76 muertos confirmados, 32 supervivientes y decenas de desaparecidos, cuyo “destino sigue siendo desconocido”, afirma la OIM. La organización estima que un total de 157 personas estaban a bordo en el momento del hundimiento de la embarcación.
Miles de personas recorren cada año la “Ruta Oriental”, una ruta notoriamente peligrosa no solo para la migración irregular, sino también para la trata de personas. Según la OIM, decenas de miles de individuos en Yemen son víctimas de abuso y explotación durante el trayecto, enfrentando condiciones inhumanas y peligros inimaginables; el año pasado, la Organización Internacional para las Migraciones registró al menos 558 muertes a lo largo de la Ruta del Mar Rojo, que va de Yibuti a Yemen.
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