Los gimnasios en Japón son un reflejo de su cultura: respeto, orden y autocontrol.
¿De qué se trata?
En los gimnasios en Japón, que priorizan el respeto y la concentración por encima de todo.
Allí, los tatuajes visibles están prohibidos, un eco de la asociación histórica con la Yakuza, la mafia tradicional. Debes cubrirlos o no podrás entrar, reflejando una cultura que valora la piel impecable.
El hablar también se limita: conversaciones están vetadas para no distraer a otros, fomentando un enfoque total en el entrenamiento. Ni llamadas ni redes sociales; el celular queda en silencio.
Además, usa zapatos exclusivos para el gimnasio por higiene, y limpia cada equipo al finalizar. No se permiten fotos ni videos, preservando la privacidad.
Estas reglas convierten el gym en un santuario de autocontrol, lejos del bullicio occidental.