Seguro que más de una vez has notado que la comida sabe mejor recalentada, ¿verdad? Pues esta tradición culinaria va mucho más allá de “solo calentar sobras”.
En México, después de cenas grandes como las de Navidad o Año Nuevo, el famoso recalentado se convierte en un momento especial para seguir compartiendo en familia y disfrutar de esos platillos que quedaron.
Y sí, hay una razón científica detrás de por qué el recalentado suele tener un sabor más intenso: cuando guardamos los alimentos y luego los volvemos a calentar, los sabores se concentran y se mezclan mejor, lo que hace que el pavo, el bacalao o los guisos sepan aún más ricos al día siguiente.