Caña, es un signo que representa la dualidad del ser: la fortaleza y la flexibilidad, la profundidad y el misterio.

Su presencia irradia encanto y magnetismo, y aunque muchas veces parezcan tranquilos, en su interior se libra una constante lucha entre lo que son y lo que desean ser.

El planeta que los rige es Júpiter, símbolo de la expansión, la sabiduría y la búsqueda de sentido.

Su divinidad protectora es Tezcatlipoca, el Espejo Humeante, dios del destino y de los secretos del alma.

Ser bajo este signo es aprender que solo quien se conoce a sí mismo.