Astrónomos han detectado un agujero negro supermasivo fuera de la Vía Láctea con una masa increíble.
Tiene nada menos que 30 millones de veces la masa del Sol, y está en la galaxia espiral NGC 3783, a unos 135 millones de años luz de nosotros.
Este agujero negro fuera de la Vía Láctea no solo es gigantesco, sino que también mostró una actividad extrema, expulsando vientos cósmicos a casi una quinta parte de la velocidad de la luz, detectados gracias a los telescopios XMM-Newton y XRISM.