En un mundo donde los años parecen imponer barreras, surgen almas indomables que reescriben las reglas de la vitalidad con gracia y coraje.
Destaca Johanna Quass, de 86 años, la gimnasta más longeva del mundo en Alemania, quien inició su pasión a los 56.
En Las Vegas, Joanna Dodd, con 79 años, se coronó como la croupier más veterana, demostrando agudeza en mesas de ruleta y póker.
Aterrizando en el Reino Unido, Elizabeth Bromage, de 93 años, voló como la wing walker más longeva, recaudando fondos para causas nobles.
Nos vemos en Azteca Quintana Roo con más historias inspiradoras.












