El Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump decidió pausar su campaña de redadas migratorias a discreción contra migrantes en determinados sectores económicos. Esta medida, según adelantó ayer viernes un medio internacional, esto se debe a una aparente preocupación de la administración por la creciente impopularidad y el impacto negativo de estos métodos en industrias clave.
De acuerdo con un correo electrónico al que ha tenido acceso el rotativo y la confirmación de funcionarios estadounidenses, el Ejecutivo ha ordenado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que cese temporalmente las batidas que afectan directamente a la industria agrícola y al sector de la hostelería.
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Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, confirmó la directriz en un comunicado, asegurando que se obedecerán “las instrucciones del presidente” y que la cartera seguirá “trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales”. Esta declaración busca equilibrar la pausa con el discurso de “mano dura” contra la inmigración irregular.
Impacto en las elecciones y protestas ciudadanas en EU
La decisión de pausar estas operaciones apunta a que la campaña de arrestos a discreción para tratar de deportar a inmigrantes a gran escala está perjudicando a industrias y a circunscripciones electorales cuyo apoyo Trump busca conservar de cara a las próximas elecciones legislativas.
Las nuevas instrucciones fueron transmitidas a ICE en un correo electrónico enviado el pasado jueves, en el que se pide explícitamente que se “suspendan todas las investigaciones/operaciones de cumplimiento de la ley en centros de trabajo en el sector de agricultura (incluyendo acuicultura y plantas empacadoras de carne), restaurantes y hoteles”.
Estas directrices llegan, además, tras más de una semana de intensas protestas en Los Ángeles contra la política migratoria del Gobierno de Trump. El propio magnate había admitido que las redadas parecían estar afectando al sector agrícola, que en estados como California, donde se han intensificado las batidas, depende casi exclusivamente de la mano de obra inmigrante para su funcionamiento.
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Desde su retorno a la Casa Blanca en enero, la administración Trump ha implementado una agresiva política de mano dura contra la inmigración. Responsables de su Gabinete mantuvieron recientemente una reunión con la cúpula de ICE para ordenarles que llevaran a cabo hasta 3 mil arrestos al día, un mandato que parece estar detrás de la intensificación de las redadas previas a esta pausa.
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