La Virgen de Guadalupe en México, es un símbolo de la nación, además de religioso, y que cada 12 de diciembre los fieles católicos celebran con fe; pero se mantiene una relación con Tonantzin, a quien los aztecas llamaba 'Madre de Todo', y que los historiadores con el paso del tiempo establecieron una cierta 'relación', que además ayudó a los frailes franciscanos con ka evangelización del centro del país.
Es importante recordar el fenómeno del sincretismo religioso y la adaptación de la deidad Tonantzin que, tras la Conquista, la necesidad de evangelizar a los pueblos indígenas se encontró con raíces culturales profundas y una rica cosmovisión ancestral.
En este contexto, la aparición de la Virgen María en el Cerro del Tepeyac, sitio donde se veneraba a Tonantzin (Diosa Madre de la tierra y la fertilidad para los aztecas), no fue una casualidad. Los evangelizadores vieron en esta coincidencia una oportunidad estratégica para facilitar la conversión, al presentar a la Virgen como una figura materna y protectora similar a la deidad prehispánica, recelan historiadores.
Tonantzin: Atributos de la Diosa Madre Azteca
Tonantzin, cuyo significado en náhuatl es "Nuestra Madre", era una deidad de gran importancia para los pueblos mesoamericanos. Sus atributos principales incluían:
- Diosa Madre: Considerada la madre de todos los dioses y de la humanidad.
- Diosa de la Tierra: Asociada con la agricultura, los ciclos naturales y la fertilidad de la tierra.
- Diosa de la Creación y la Vida/Muerte: Relacionada con la creación del universo y los ciclos vitales.
El culto a esta deidad se realizaba mediante rituales y ceremonias en el Tepeyac, destinados a garantizar la fertilidad y prosperidad de los pueblos.
El Análisis de la relación de la Virgen de Guadalupe y Tonantzin
La conexión entre Tonantzin y la Virgen de Guadalupe ha sido ampliamente estudiada. Fray Bernardino de Sahagún fue uno de los primeros en documentar el culto a la deidad azteca en el Tepeyac antes de la aparición mariana.
El historiador mexicano Miguel León-Portilla profundizó en esta relación en su obra “Tonantzin Guadalupe. Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el 'Nican mopohua'”. León-Portilla concluye que el sincretismo religioso fue un mecanismo vital para la adaptación de los indígenas al nuevo orden colonial.
Al identificar a la Virgen de Guadalupe con Tonantzin, los nahuas pudieron mantener elementos de su cosmovisión ancestral mientras adoptaban el catolicismo.
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