Hoy 8 de diciembre de 2025, se celebra la Inmaculada Concepción, y los fieles católicos del mundo se unen en oración para pedir por la intercesión y bendiciones de la Virgen María; esta festividad se consolidó bajo el papado de Pío IX, y que hasta la actualidad se mantiene dentro del calendario de celebraciones de la Iglesia Universal, y era en esta fecha que el fallecido Papa Francisco rezaba una oración para pedirle protección para el mundo entero y TV Azteca Quintana Roo la trae para ti.
Como se recordará, Jorge Mario Bergoglio -nombre secular del extinto pontífice- falleció en abril de este año, y posteriormente, fue electo León XIV a sucederlo; de acuerdo con El Vaticano, esta oración a la Inmaculada Concepción, la rezó el pontífice argentino por primera vez el 8 de diciembre de 2013, y es un texto que sus antecesores leían en esta fecha mariana.
Oración a la Inmaculada Concepción, rezada por el Papa Francisco
De acuerdo con la Santa Sede, esta oración se dice en la tradicional visita del Sumo Pontífice a la Plaza de España cada 8 de diciembre, y que el Papa Francisco rezó en su primer año como líder de la Iglesia Católica, tras suceder a Benedicto XVI; la oración a la Inmaculada Concepción es la siguiente:
Virgen Santa e Inmaculada,
a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo
y el amparo maternal de nuestra ciudad,
nos acogemos con confianza y amor.
Eres toda belleza, María.
En Ti no hay mancha de pecado.
Renueva en nosotros el deseo de ser santos:
que en nuestras palabras resplandezca la verdad,
que nuestras obras sean un canto a la caridad,
que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad,
que en nuestra vida se refleje el esplendor del Evangelio.
Eres toda belleza, María.
En Ti se hizo carne la Palabra de Dios.
Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor:
que no seamos sordos al grito de los pobres,
que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos,
que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes,
que amemos y respetemos siempre la vida humana.
Eres toda belleza, María.
En Ti vemos la alegría completa de la vida dichosa con Dios.
Haz que nunca perdamos el rumbo en este mundo:
que la luz de la fe ilumine nuestra vida,
que la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos,
que el ardor entusiasta del amor inflame nuestro corazón,
que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera alegría.
Eres toda belleza, María.
Escucha nuestra oración, atiende a nuestra súplica:
que el amor misericordioso de Dios en Jesús nos seduzca,
que la belleza divina nos salve, a nosotros, a nuestra ciudad y al mundo entero.
Amén.
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