¡Qué noche tan mágica! Hoy te cuento qué se vivió en 31 Minutos: Tiny Desk Concert.

¿De qué se trata?

La banda nos regaló un set acústico súper íntimo, con canciones clásicas, arreglos especiales y esa energía que solo se siente cuando músicos y audiencia están tan cerca. El escenario reducido no impidió que cada instrumento, voz y emoción explotara en grande.

Hubo risas, miradas cómplices, improvisaciones y una conexión brutal entre el grupo y quienes los escuchaban de cerca. Fue uno de esos conciertos que te queda grabado en la piel.