En 1519, Hernán Cortés y su expedición llegaron a las costas de lo que hoy conocemos como Veracruz. Era viernes santo y las tierras estaban habitadas por pueblos totonacas, bajo el señorío de Zempoala.

Los indígenas observaron a los españoles con gran curiosidad, y algunos los relacionaron con la leyenda de Quetzalcóatl, ya que coincidía con el año calendárico “Ce Ácatl”.

A pesar de las órdenes del gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, Cortés decidió establecer un asentamiento español en la región: la Villa Rica de la Vera Cruz.

Se eligió una bahía más segura y accesible, donde se construyó un fortín rectangular con torreones, utilizando piedra local y los maderos de los navíos. Este fuerte sirvió como punto estratégico para alianzas con los pueblos locales y para la futura conquista del Valle de México.

De este modo, en la costa del Golfo de México surgió la primera ciudad española permanente en territorio mexicano: la Villa Rica de la Vera Cruz.

Con edición de Hanna Andrade