En redes sociales se viralizó un video en el que se observa como una maestra le salva la vida un niño que se ahogaba con una “tapita” de una botella de agua, su increíble manera de actuar evitó la muerte de su alumno.
La maestra fue identificada como JaNeice Jenkinns, quien da clases en una primaria de Nueva Jersey, Estados Unidos, cuando se encontró con el angustiante momento en que uno de los alumnos de su clase se estaba asfixiando.
Los hechos quedaron grabados por la cámara de seguridad, de la escuela East Orange Community Charter School, donde se comienza a ver como el pequeño intenta tomar agua sin quitarle la tapa a la botella, sin embargo, al hacer presión, esta se abre y dispara la tapa dentro de su garganta.
Ante ello, el niño angustiado comienza a correr inmediatamente hacia donde se encuentra la maestra JaNeice, quien rápidamente responde a lo que estaba sucediendo y aplica la maniobra de Heimlich.
Maestra reacciona ante el niño ahogado
La maestra abraza al menor de 9 años de edad por su espalda y le coloca sus dos manos en el estómago, mismo que presiona para tratar de que el alumno explulsara la tapa,que fue lo que finalmente sucedió.
Por último, la maestra logra calmar al niño, le seca sus lágrimas y logra seguir entonces con sus actividades.
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Teacher saves choking student inside East Orange charter school classroom
“Realmente no pensé, solo actué. Vi que necesitaba ayuda y me puse en acción para ayudarlo. No podía respirar, su cara estaba bastante pálida y tenía una mirada de desesperación en su rostro”, dijo la profesora a NJ.com.
La acción de la maestra, no solo fue aplaudida en las redes sociales, sino también fue reconocida por las autoridades de la escuela.
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¿Qué es la maniobra de Heimlich?
La maniobra de Heimlich, también llamada compresión abdominal, es un procedimiento de primeros auxilios, para desobstruir el conducto respiratorio, bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto pequeño.
La asfixia impide que el oxígeno llegue a los pulmones y desde allí al resto de los órganos. Si el cerebro permanece sin oxígeno durante más de cuatro minutos, puede ocurrir algún daño cerebral o incluso la muerte.
