Las fiestas decembrinas ya están a la vuelta de la esquina, esto significa que toca planificar la reunión familiar, los regalos, y por supuesto la cena de Navidad , un infaltable en cada una de las reuniones que tengamos en esta temporada, es por esto que te contamos, cuál es su historia.
El plato fuerte no puede faltar, algunas familias están acostumbrados a pavo y lomo, mientras que otras al clásico romerito y el bacalao el cual no puede faltar en la mesa de los mexicanos para la cena de Navidad.
Sin embargo, hubo un tiempo en el que no se cena, así como lo lees, pues en esta festividad se trataba de ayuno.
¿Cuándo se celebró la primera Navidad en México ?
Fue en 1526 cuando se celebró la primera Navidad en México. En ese año, de acuerdo con Beatriz Aracil, profesora de Filología de la Universidad de Alicante en España, Fray Pedro de Gante informó al Rey Carlos V cómo se llevó a cabo el intercambio de celebración con los indígenas.
Pedro de Gante, entonces misionero encargado de evangelizar a los indígenas, describió el intercambio cultural entre ambas comunidades, donde también señaló que no solo fue cultural sino también gastronómico.
Muchos de los ingredientes de América fueron enviados a Europa, mientras que los alimentos de Europa, fueron traídos a esta parte del mundo, como fue el caso del cerdo.
Asimismo, contrario a lo que piensan algunos, el pavo ya se encontraba habitando en México antiguo desde antes de la llegada de los españoles. Se le conocía como huexolotl, de donde deriva la palabra “guajolote”.
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El pavo, del Panquetzaliztli a la cena de Navidad
El guajolote era el alimento principal de la celebración mexicana llamada Panquetzaliztli, la cual coincidía en el calendario con las fiestas de Navidad, y donde se festejaba al dios Huitzilopochtli por su triunfo sobre la diosa de la luna, Coyolxauqui.
Este animal fue transportado a España y ahí adquirió una gran popularidad por su característico sabor y tamaño, pues algunos historiadores afirman que era un platillo exclusivo de la realeza.
Pero hay quienes contradicen esta historia , pues sugieren que el guajolote, al cual nombraron pavo por su parecido a los pavorreales, sirvió para saciar el hambre de cientos de familias gracias a su gran tamaño y tiempo de engordar, el cual es menor comparado a otros animales. Funcionó como sustituto de otras proteínas más caras.
Esta historia converge con la celebración indígena del Panquetzaliztli, tanto en la preparación del mismo alimento, aunque de formas distintas, como en las fechas religiosas. Lo que dio origen al pavo como plato fuerte en la cena de Navidad.
A lo largo de los años esta tradición aún se mantiene tanto en las casas de los mexicanos como en la de los españoles para las cenas de Navidad.
