¿Qué estarías dispuesto a hacer por amor? Esta historia divide las opiniones de las redes sociales pues se ha revelado que una mujer espera 40 años para estar con el amor de su vida.
La situación se presentó Argentina, se trata de la historia protagonizada por Silvia y Kike; mientras unos aseguran que lo ocurrido se asemeja a las películas, otros aseguran que esperaron demasiado.
Ambos son originarios de Aristóbulo del Valle, que pertenece a la provincia argentina de Misiones.Cuando se conocieron, Silvia tenía 14 años, mientras que Kike tenía 19 años.
Debido a los sentimientos entre ambos, decidieron que era momento de comenzar una relación. Sin embargo, el noviazgo duró únicamente un par de meses ya que vivieron varios malos entendidos.
Silvia recuerda que uno de los primeros pleitos que tuvieron, se registró cuando ella acudió a la ciudad de Leandro N. Alem, Kike no llegó a la cita y sin darle una explicación, le dejó de hablar.
Pese a que se encontraban en la calle, él no cruzaba palabra con la joven. Por lo que ella aseguró que tomó la decisión de irse a vivir a la ciudad de Alem dando por terminada la relación.
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Pareja se reencuentra luego de 40 años
Dos años más tarde, Kike fue a buscarla a su casa. El joven le hizo saber que se dejó llevar por unos rumores que no eran ciertos. Quedaron de encontrarse el domingo siguiente para casarse, sin embargo, el joven de nueva cuenta no llegó.
Pese a que se enteró por una vecina que Kike tuvo un accidente que tardarpia 8 meses en superar, Silvia acudió a la misma banca del parque donde acordaron encontrarse.
Todos los domingos, hasta 1983, Silvia se presentó en el lugar hasta que se enteró que el joven se había casado. La mujer decidió hacer su vida y a sus hijos les hablaba del amor de su vida.
“Conservé nuestra única fotografía juntos como un tesoro, la miraba siempre, la pegué en mi álbum familiar, recordaba mucho nuestro noviazgo”, mencionó la mujer.
En el 2021, ambos se reencontraron en la fiesta de un amigo en común en Aristóbulo del Valle. Kike la buscó después de la reunión y al ambos estar solteros, decidieron retomar la relación; a los pocos meses ya vivían juntos.
“Todas mis emociones guardadas y reprimidas durante 40 años afloraron, mi alma volvió a vibrar, mi corazón a latir aceleradamente, me emocioné mucho. [...] Ya no le pedí más nada a Dios. Sentí que ya mi vida estaba completa”, aseguró Silvia.
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