Sabemos que las rellenadoras de agua pueden ser una gran opción para el ahorro de dinero, evitar tanta contaminación y posiblemente en alguno de los casos la inmediatez, por lo que se han convertido en una alternativa para las familias, pero ¿es realmente malo usarlo?, esto sabemos.
Para el 2021 en México existían cerca de 17 mil rellenadoras, de acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Inegi, pero a pesar de ello, no significa que se cuente con agua de calidad al rellenar tu garrafón en uno de esos lugares.
De acuerdo a investigaciones realizadas por la Universidad de Guadalajara, específicamente a los establecimientos que ofrecen este servicio en la zona metropolitana, indicaron que tres de cada 10 establecimientos incumplieron con las especificaciones de la Norma Oficial Mexicana (NOM-201-SSA1-2015), la cual establece los criterios mínimos que debe cumplir el agua y hielo para consumo humano.
Además, el presidente de la Asociación Civil Agua en México, Francisco Bustamante Ruisanchez, explicó que se consideran un problema para la salud pública, debido a que tienen algún tipo de contaminación, específicamente que provienen de materia fecal.
Agua contaminada en los rellenadores
Asimismo, en los estudios realizados por los investigadores de la Universidad de Guadalajara, se encontraron la presencia de microorganismos coliformes totales, y a pesar de que no tienen mayor impacto, lo cierto es que están la contaminación de materia fecal, tal como se confirmó más arriba.
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Pero la zona Metropolitana de Guadalajara no es la única, debido a que estudios realizados en Ciudad de México por el Instituto Politécnico Nacional, dieron positivo a coliformes fecales y totales.
Por lo que el agua contaminada puede traer grandes problemas a la salud pública y provocar así, grandes enfermedades.
¿Cuáles son los riesgos de consumir agua contaminada?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el agua contaminada puede contribuir a la transmisión de enfermedades como cólera, diarreas, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea y poliomielitis.
