Lágrimas cristalizadas revelan paisajes emocionales únicos, como ríos salinos o cristales etéreos. En Azteca Quintana Roo te contamos acerca de un proyecto fotográfico que explora la topografía microscópica de las lágrimas, mostrando cómo cada gota narra una historia personal bajo el lente.
Rose-Lynn Fisher, fotógrafa estadounidense, inició en 2010 su serie “The Topography of Tears”, analizando más de 100 muestras con un microscopio óptico Zeiss. Descubrió que las lágrimas basales (lubricantes oculares) forman patrones simples, mientras las reflexas (por irritantes como cebollas) crean estructuras irregulares, y las emocionales (de alegría o tristeza) exhiben formas abstractas, como paisajes aéreos o cristales fracturados. Factores como la química, viscosidad y evaporación influyen en su apariencia única, reflejando la diversidad humana.
El libro homónimo, publicado en 2017, ha viralizado en redes, con imágenes que evocan metáforas de resiliencia emocional. Fisher, inspirada en pérdidas personales, afirma: “Cada lágrima lleva un microcosmos de experiencias colectivas”.
Edición de Video: Diego Benitez












