Imagina un instante de risas y brindis que se transforma en un torbellino de polvo y gritos inesperados.
La familia disfrutaba de la compañía cuando, sin previo aviso, el techo cedió por completo. Dos personas, cubiertas de pintura, polvo y fragmentos de concreto, irrumpieron en la escena, aterrizando en medio del desorden. El video del momento, grabado por uno de los presentes, muestra el pánico inmediato: muebles volcados, platos esparcidos y un silencio atónito roto por llamadas de auxilio.
Afortunadamente, no se reportaron heridos graves, solo contusiones menores y un susto colectivo que unió a vecinos en solidaridad.












